marzo 20, 2008

UÑA MEMORIOSA



ATAHUALPA YUPANQUI
(22/01/1908-23/05/1992)
...................Por Francoise Thanas
...................Traducción Montserrat Prudon



Soledad o protesta. Canto o relato. Poesía y música siempre mezcladas y acompañándose. Hermanas más que rivales. Si en "Basta Ya" la música se hace discreta es para dar paso al mensaje; pero vuelve a sonar, más fuerte, entre las coplas para mantener el pensamiento en la vía emprendida por las palabras. Extraña alquimia. Mezcla sutil. Armonía lograda. Tanto que conmueven y trastornan igual al oyente o al lector ya que ambos se preguntan cómo ha podido Atahualpa Yupanqui obtener este perfecto equilibrio, de qué se ha nutrido y por qué su arte habla tan directamente al corazón sin que lo obstaculice la lengua.

Nació en Pergamino, Buenos Aires, el 22 de enero de 1908. En aquel entonces se llama Héctor Chavero. Su madre es vasca, su padre, criollo, Argentino de pura cepa. "Me galopaban en la sangre trescientos años de América, desde que don Diego Abad Chavero llegó para abatir quebrachos y algarrobos, a hacer puertas y columnas para iglesias y capillas", escribe en el canto del viento.

Y al contar su infancia evoca su profunda afición a la guitarra, sus largos recorridos por Argentina, las más veces a caballo, hacia el Interior: "Donde sienta un chiflido amistoso, ahí me apeo, doy las gracias y pelo la guitarra. Si nada me dicen sigo caminando, que es quizá el signo de mi destino: caminar, caminar siempre".

Practica diversos oficios, observa los paisajes y los hombres, compartiendo la misma vida, impregnándose de su música. Recoge de la misma fuente las formas musicales más variadas -tan sumamente distintas según el marco geográfico- que constituyen el folklore. Entre muchas otras la milonga, la chacarera y la zamba, danzas de ritmo vivo y alegre, la vidala, intimista; la baguala, grito o protesta de los kollas del altiplano, del arriero criollo, del peón mestizo.

Con infinito respeto Atahualpa Yupanqui restituirá en sus composiciones todas estas formas surgidas de la tradición más pura. Bajo forma diferente "El payador perseguido" completará "El canto del viento". A esta autobiografía se mezclan consejos y meditaciones sobre los temas más diversos. El texto es magnifico, la interpretación insuperable. Este poema de 726 versos se ha cotejado con "Martín Fierro" de José Hernández, publicado en 1872 y que ha conocido un gran éxito popular. El relato de las aventuras de un gaucho perseguido por las autoridades y que se transforma en héroe, víctima de los ricos es escrito en coplas de seis versos. La lengua es la de los gauchos.

"Martín Fierro" y "El payador" presentan numerosas características comunes y quedarán, no cabe duda, como testimonios de una época. Atahualpa Yupanqui dice y canta este poema con ritmo de milonga. El estilo es el de una conversación amistosa y entrañable, una invitación a compartir las alegrías, las penas, las rebeliones. Voz y guitarra, otra vez. Y siempre, en filigrana, hombres y paisajes.

El lenguaje musical no conoce fronteras. Es asequible a todos. Somos muchos los que nos hemos visto acompañados por sus canciones, desde "Duerme negrito" hasta "Preguntitas...", pasando por "Campesino" y la "Milonga del solitario". Nos lleva hacia otras tierras y del descubrimiento brota la felicidad. Luego advertimos que nos está hablando de nosotros mismos. Sea cual sea la latitud en donde vive, idéntica es la manera en que el hombre experimenta la soledad, el silencio, el susurro del agua. Y esto es pura felicidad, la de la comunión. Cuando describe una realidad social lo hace con pudor y dignidad. Se afirma como testigo, no como abanderado, dejando a cada uno libre de escoger y de decidir. Y uno lo aprecia, como signo de respeto.

Este texto -que se afirma homenaje- se lo dejamos concluir al hombre, que supo marcar nuestra época, a Atahualpa Yupanqui:

"¡Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad
y aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones,
han de vivir mis canciones
en el alma de los demás!"

(El payador perseguido)



......EL POETA

Tu piensas que eres distinto
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
mas allá de las estrellas.

De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va.

Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan
por un pedazo de pan.

Poeta de tierras rimas,
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.

Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre,
y lo segundo, poeta.
De tanto mirar la luna...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece excelente una nueva forma de conocer la literatura,te FELICITO!!EXITOS...

Nerina Thomas dijo...

Me senti identificada con tu palabra. Ademas, siento el detalle de la musica de tus dias.un abrazo

Anónimo dijo...

me gustaria publicar mis poesías.
Horas Negras
Lento respiro cuando duermo,
y a mitad de la noche
devorando el aire, regreso.
De algún lugar
fuera de mi cuerpo.
Asfixia que ha dejado
en libertad mi alma.
Allí donde habita el silencio.
A la hora de las horas negras
frente a frente:
la carne entre las sábanas,
mi espíritu despierto.